domingo, 13 de noviembre de 2011

Diario del Montseny: En el interior del bosque

Después de varios intentos infructuosos de perseguir al otoño por diferentes zonas de la geografía, por fin en el Montseny y alrededores pude disfrutar de los colores otoñales.



Tanto en los hayedos, como en algún castañar y encinar que visitamos pudimos ver una preciosa gama de ocres, amarillos y naranjas. Es evidente que no está siendo un otoño pletórico y que ha tardado mas de la cuenta en llegar, pero siempre es bonito recibirlo cuando nos encontramos en cualquier bosque.


Los diferentes arroyos que cruzan el hayedo no traen mucho caudal, pero aún así siempre dibujan con estelas de espuma, saltos, curvas sedosas y remolinos, un compendio de formas caprichosas entre las hojas caídas en el suelo.


En un hayedo hay que mirar en todas direcciones, el suelo está lleno de detalles dignos de ser fotografiados, hojas de colores o las propias raíces de las hayas cubiertas de musgo cual serpientes verdes.


Cuando el agua queda atrapada en cualquier recoveco, forma charcos que hacen las veces de espejos naturales, reflejando en ellos los colores del bosque y del cielo, es un placer buscar estos reflejos desde detrás del visor.


Las horas pasan mas rápido de lo deseado en el bosque, uno queda hipnotizado por el ambiente y no es consciente del paso del tiempo, es normal mirar el reloj y quedar sorprendido al ver la hora que marca, es una sensación muy difícil de explicar con palabras.


Desde el interior de los bosques catalanes hemos recibido este año al otoño, y un año mas no nos defraudó para nada, sigue manteniendo intactos cada uno de sus encantos.


Besos otoñales.

1 comentario: