viernes, 29 de julio de 2011

El viaje del Caracol, capítulo VIII: Locronan

Comenzaba un nuevo día y esta vez la lluvia se alargó mas que la noche, así con las gotas cayendo sobre la carretera nos encaminamos hacia Locronan, sin duda uno de los pueblos con mas encanto de todo el recorrido.




miércoles, 27 de julio de 2011

La increible historia del hombre menguante

En ocasiones me suelo refugiar en un mundo diminuto, un mundo que está bajo nuestros pies pero que no prestamos atención, solo con poner rodilla en tierra y mirar con atención aparece ante nosotros otro universo, es como si yo mismo me hiciera pequeño a la vez, como ocurría con el hombre menguante.


lunes, 25 de julio de 2011

El viaje del Caracol, capítulo VII: Punta du Raz

La punta de Raz (Pointe du Raz en francés) es un cabo de la comarca Finisterre en Bretaña, su peculiar forma de proa de barco, sus faros en mitad del mar y los fuertes vientos a los que está sometida la convierten en un destino imprescindible para un amante de la fotografía de litoral como yo.




viernes, 22 de julio de 2011

El viaje del Caracol, capítulo VI: Pont Aven

Otro día que comenzaba y otro día cuyo final apuntaba de nuevo al mar, a uno de los lugares mas inhóspitos de Bretaña, La Punta du Raz.




miércoles, 20 de julio de 2011

El camino a la felicidad

Hace un tiempo que puse en casa unas plantas de una flor muy especial, especial por su forma, por su color, por su delicada belleza y también por su nombre, se llama Felicia (Margarita azul).


lunes, 18 de julio de 2011

El viaje del Caracol, capítulo V: Carnac y Quiberon

El siguiente destino iba a ser la costa salvaje, pero antes había que hacer una parada obligatoria en Carnac, solo para contemplar sus famosos alineamientos de menhires, nada menos que 2.934.




viernes, 15 de julio de 2011

El viaje del Caracol, capítulo IV: Vannes y Auray

Nada impidió que descasara perfectamente esa noche, ni siquiera la persistente lluvia ni las agujas de los pinos que caían sobre el techo de la AC. Otro día lleno de sorpresas se presentaba por delante, y esta vez la noche sería sobre los acantilados de la costa salvaje en la península de Quiberon.

Pusimos rumbo a Vannes, yo llevaba una referencia de un área donde poder aparcar y como se trataba del parking de un centro comercial aproveché para una pequeña compra y reponer algunas cosillas que cubrieran los pequeños olvidos...



Vannes es una ciudad preciosa sin duda, pero su tamaño no tenía nada que ver con los pequeños pueblos que habíamos conocido hasta el momento, eso hizo que tuviéramos que caminar mucho para por fin encontrar el centro histórico y el río Marle, habíamos aparcado demasiado lejos de "todo" y tras un brevísimo paseo por las calles mas antiguas decidimos que era mejor regresar a la AC, ponerse en marcha y comer por el camino, el siguiente punto volvía a ser un destino pequeño y con encanto, de esa manera tendríamos una tarde entera para recorrerlo con calma.


Y así fue como apareció ante nuestros ojos la bella Auray.


Esta hermosa ciudad se encuentra en un estuario del Golfo de Morbihan, al abrigo del viento, donde el río y el mar se mezclan y de nuevo quedamos prendados del encanto que rezumaba cada uno de los rincones de la ciudad.


Comenzaba el recorrido por una estrecha calle muy inclinada hacia abajo y que llevaba a la ría donde en la Edad Media, los duques de Bretaña mandaron construir un puente, un puerto y un castillo.


A ambos lados se repartían los locales galerías de arte, creperies y algún café, todos con un gusto exquisito para mostrarse al público.


Las casas de piedra con entramados de madera del siglo XVI están perfectamente conservadas y lucen orgullosas ante la mirada del visitante, que enseguida comprueba a cada paso el patrimonio sobre el que camina.


No hay un trazado único para recorrer un lugar como este, lo mejor es observar, captar con la cámara cada detalle que nos llame la atención, dejarnos envolver por la atmósfera de otros tiempos y en cada cruce continuar por donde el camino aparente mas estrecho y angosto.


Antes de irnos era obligado subir al mirador de la fortaleza que ofrece unas vistas preciosas de toda la ciudad y sus puertos, de los tejados acurrucados unos sobre otros, de las terrazas con gente charlando plácidamente y del puente que comunica las dos áreas de la villa.


Al situarme de nuevo frente a la calle inclinada esta vez de subida y de salida, comienza a caer una fina lluvia y con la ciudad a mi espalda saboreo el grato sabor de boca que me ha dejado esta visita, Bretaña sigue sorprendiendo.

continuara ...

Besos.

lunes, 11 de julio de 2011

El viaje del Caracol, capítulo III: Josselin

Tras escasos 16 kilómetros mas llegamos a Malestroit, es un poco mas grande que las anteriores y la sensación que tengo es que también parece mas caótica, por lo menos en lo que a aparcar se refiere, simplemente bajo a echar un vistazo al centro y vista la hora que es, decidimos saltar esta visita para ir directos a Josselin, al fin y al cabo solo son otros 26 kilómetros y esta vez es para dejar la AC en el lugar de pernocta.




miércoles, 6 de julio de 2011

Paseo de verano

El verano no suele ser una estación propicia para fotografiar, pero estamos en verano y es algo que he comprobado este año de golpe y porrazo nada mas aterrizar de las vacaciones.


lunes, 4 de julio de 2011

El viaje del Caracol, capítulo II: Rochefort en Terre

Habíamos dejado atrás La Roche Bernard y nuestro siguiente destino estaba a tan solo 26 kilómetros, y teníamos un día por delante para caminar mucho y conducir poco, así que en muy poco tiempo nos plantamos en Rochefort en Terre.