Toda la ciudad es un magnífico conjunto de monumentos y museos, basta observar la amplia lista para confirmarlo, de esta manera es obvio y además imposible visitar ni siquiera un alto porcentaje en un solo día.
Aún así y a lo largo de la mañana pude pasear por las plazas de Santa Teresa, la Catedral, Los Nalvillos y de paso visitar el museo de Santo Tomé el Viejo, el museo de Ávila en su conmemoración de los 100 años, la Basílica de San Vicente etc etc.
Os animo a conocer esta ciudad si aún no lo habéis hecho, a perderos en sus calles y disfrutar de sus museos y sus rincones.
Uno de eso rincones especiales resultó ser la calle donde nunca llueve (así rezaba una placa identificativa) donde los paraguas son un elemento decorativo a lo largo de la misma.
Besos centenarios.
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