lunes, 3 de octubre de 2011

La Pedriza el reino de granito: Camino del Yelmo

Comienza octubre y lo hace con temperaturas propias del verano, es temprano y por suerte aún no aprieta el calor en el parking de Canto Cochino en la Pedriza (Manzanares el Real).

Por delante una ruta muy especial, la subida al Yelmo, un pico de granito rosa que alcanza los 1.716 metros de altura y cuyas paredes hacen las delicias de muchos escaladores.


Mi meta sin embargo es otra bien distinta, hacer noche bajo su cobijo y poder fotografiar los alrededores en diferentes momentos del día.

Lo primero es ponerse en marcha, cargar el equipo a la espalda para los dos días y comenzar a subir es todo uno, el tiempo estimado para alcanzar la esplanada del Yelmo es de unas dos horas y media, seguro que el peso y el calor harán que sea algo mas, pero no hay prisa, el atardecer esta previsto para eso de las 8 y hay tiempo de sobra.


Una vez que se cruza la Gran Cañada el camino se hace cada vez mas empinado y difícil, hay que sortear constantemente rocas de diferentes alturas, cada vez la marcha es mas lenta pero a su vez mas entretenida, la senda está señalizada con marcas blancas y amarillas y con un poco de atención y orientación no resulta muy complicada de seguir.

Por el camino alguna simpática cabra se acerca con curiosidad, es un placer observar a estos animales en libertad, verlos subir por los riscos no deja de impresionar nunca, quién tuviera esa agilidad para subir.


Una vez que llegamos a la zona de la base del Yelmo lo siguiente es elegir una zona donde pasar la noche, para ello localizo un hueco entre las rocas que es perfecto para hacer vivac y poder descansar.


Una vez colocados los bártulos en nuestra casa por un día, salgo dispuesto a disfrutar de la luz que este atardecer en las alturas nos pueda deparar, y por suerte el cielo nos regala una paleta de colores que hace las delicias del fotógrafo de naturaleza.


Solo con el trípode y la cámara a cuestas voy parando en cada roca, acercándome en dirección oeste para ver el último suspiro del sol, el Yelmo en esos momentos luce un tono rosado muy bonito.

Para redondear un atardecer tan hermoso nada mejor que una luna en forma de gajo.


Todo es muy intenso y rápido, como siempre, cuando la noche gana al día es hora de hacer una pausa para cenar y de esa manera estar de nuevo preparado para disfrutar de este paisaje de enormes rocas de granito silueteadas contra un cielo estrellado.

Besos de granito.

1 comentario:

  1. Muy guapas las fotos y el sitio. Por cierto me da la sensación que en las dos ultimas fotos hay una ligera dominante malva

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