jueves, 31 de enero de 2013

Setas de invierno

El otoño pasado no tuve tantas oportunidades de salir a fotografiar setas en el bosque, como he reconocido en anteriores ocasiones es una de las modalidades que mas me gusta practicar.


Fotografiar setas es como fotografiar flores, ambos casos requieren tomarse las cosas con calma, tirarse al suelo y estar en comunión con el lugar, olvidarse de todo y solo estar concentrado en el encuadre y en la luz, el tiempo vuela en esas condiciones.

Por eso me gusta tanto la fotografía macro, porque consigue abstraerme de todo mientras me introduzco en un mundo ajeno al ojo humano la mayoría de las veces.

Y mira por donde ya iniciado el invierno y dando uno de mis paseos por las tardes descubro unas setitas tardías, por suerte como tantas veces me pilla con el equipo mínimo en una mochila, eso que te lo llevas solo por el "por si acaso...".


La luz se filtraba entre los árboles y daba pie a utilizarla, dirigirla y cortarla buscando el efecto que mas me gustase, desde luego que pasé un rato largo tumbado en el suelo, un día de diario, desconectado del mundo... y esperando al próximo otoño aún muy lejano.

Besos seteros.

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