lunes, 28 de enero de 2013

El Baño de Venus

Seguir el margen del Eresma constituye uno de los paseos mas agradables por la Sierra de Madrid, tanto es así, que Carlos III gran aficionado a la pesca mandó acondicionar ciertos tramos (mas de 9 kilómetros) para recorrerlos con mayor facilidad.


Gustaba de pasear por los pinares de Valsaín y salir desde el Palacio de La Granja remontando el Eresma y pasando por Boca del Asno, todos esos tramos se conocen como las Pesquerías Reales.


Llega un momento en que confluyen en medio de un hermoso robledal los arroyos del Paular y del Telégrafo, y remontando este último llegamos a una de las pozas mas bonitas a la que el Rey y sus acompañantes pusieron el nombre del Baño de Venus.



El paisaje se torna verde musgo y rojo pino desnudo salpicado todavía por las últimas nevadas, el lugar trasmite una calma absoluta, solo el viento silba entre los troncos y el agua susurra por los pequeños saltos.


Aunque el frío y la humedad llegan a los huesos, uno se quedaría contemplando este rincón largo tiempo como hechizado por el río, no es de extrañar que recibiera dicho nombre.

Besos reales.

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