Teníamos por delante una tarde casi entera para hacer lo que quisiéramos, así que opté junto a dos compañeros de viaje mas, recorrer las calles de Hurgada.
Invevitablemente cogí mi cámara, la pequeña compacta Panasonic LX5, aquí si que eché de menos poder disponer del equipo reflex, y de primeras me sentí extraño, todos estos días usando la cámara dentro de la carcasa Nauticam de aluminio y con todo el armatoste de brazos y flashes hacía que ahora pareciera que no pesaba nada.
Lo que comenzó siendo un pueblo de pescadores acabó creciendo sin medida y sin control y además de forma desordenada durante los 80 y los 90, hasta que gracias a la presión de grupos ecologistas se consiguió establecer ciertas medidas para la protección del Mar Rojo en esta zona.
Intentamos huir de las calles mas comerciales y destinadas a los turistas con deseos de compras, existen como es lógico infinidad de negocios dedicados a los deportes acuáticos, pero nosotros preferimos perdernos entre los locales mas antiguos donde todavía quedan muchos artesanos.
Como en muchas ciudades de Egipto el tráfico resulta caótico, no quiero pensar como sería Madrid (con los problemas de esta índole que ya tiene) si tuviéramos esa manera de conducir y movernos por la ciudad.
El sol va cayendo por el horizonte y se cuela entre las calles, la Medina alcanza tonos rosados y poco a poco va llegando la noche, un compendio de luces comienzan a brillar, por un lado las pequeñas y por otro las de los edificios mas modernos, es una mezcla entre lo antiguo y lo nuevo.
Dirigimos nuestros pasos de nuevo hacia la Marina y esperamos a juntarnos todos de nuevo para ir a cenar, después seguro que pasamos un buen rato tomando unas copas y charlando sobre todos los momentos que hemos compartido en estos días, que han sido muchos.
Hoy termino esta serie de entradas en el blog dedicadas al safari de buceo en el Mar Rojo, y no quiero hacerlo sin antes agradecer y recordar a todos los participantes, comenzando por los chicos del Club de Buceo Naranjito: Ángel, Salva, Marco, Ana, Nerea y Pedro, la gente de Rojo Dive Safari: Álvaro, Charlie, Rebe y Ahmed, y el resto de colegas: todas las Anas del grupo :)), Sergio, Jesús, Octavio, Nahum, Luz, Enrique, Juan Andrés, Gonzalo, Fer, Manolo, Pili, Rubén (espero no olvidarme de nadie) y de forma muy especial a mi compañero Pepe Guijarro....
Gracias chicos, nos vemos en el Azul.
FIN
Besos submarinos.
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