viernes, 28 de septiembre de 2012

Travesía por Ordesa: Camino a Goriz

Tras sortear el paso de clavijas que nos sacarían del circo donde habíamos pasado la noche, comenzábamos a cruzar un sinfín de valles, cada vez que asomábamos la cabeza en un repecho solo veíamos el siguiente valle y el siguiente repecho a lo lejos.


Emprendíamos pues el camino hacia el refugio de Goriz, calculamos que debíamos estar como a 5 horas y esta vez el camino no era demasiado duro. contábamos con el problema añadido de la falta de agua, teníamos la justita para llegar al refugio y allí ya nos abasteceríamos de nuevo.

En esta latitudes el paisaje seguía siendo árido, duro, agreste y muy abierto, no es de extrañar que ante esas dimensiones uno se sienta de verdad pequeño.

El día estaba medio nublado, algo que sin duda se agradecía mucho, la temperatura era pues, perfecta para caminar.


A lo lejos pudimos ver, por fin, algo de agua, uno de los innumerables arroyos que cruzan los valles tenía agua, una visión que debería ser normal y que por desgracia era excepcional debido a la sequía.


En uno de los repechos apareció al fondo del valle la silueta del refugio de Goriz, ahora ya solo quedaba ir descendiendo, con una pequeña pared vertical incluida, pero el hecho de ver el objetivo cerca hace que se olviden los kilómetros acumulados.


Cuando llegamos al refugio y al volver la vista atrás, quedamos impresionados de ver el recorrido que acabábamos de hacer, ¿porqué siempre alucinas al volver la vista atrás?.


Eso sí, he de reconocer que el "momento cerveza" en Goriz tirados en la pradera fue increíble...

continuará ...

Besos pirenaicos.

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