jueves, 6 de septiembre de 2012

Travesía por Ordesa: Se hace camino al andar

Después de haber pasado la noche en Torla, pueblo que sirve de entrada al Parque Nacional de Ordesa-Monte Perdido, y tras coger fuerzas con un buen desayuno, comenzaba de verdad la primera etapa de esta travesía de montaña.


En los meses de verano no se puede subir a la Pradera de Ordesa en vehículo propio, es necesario coger un autobús y dejar el coche en un parking justo al lado de la parada.

Ahí mismo comenzamos a preparar todo, rellenar las bolsas con agua, coger los primeros alimentos energéticos que íbamos a utilizar sobre la marcha, y dar los últimos ajustes a la mochila, al fondo Torla y su iglesia nos decían hasta pronto.

Una vez que llegamos a la Pradera y tras la foto de rigor, comenzamos nuestro camino, en principio nos tocaba desandar parte del recorrido que habíamos hecho en bus, enseguida un desvío a la derecha nos metía de lleno en un precioso y oscuro hayedo.


A partir de ahí una constante subida, en esta primera etapa teníamos que superar un gran desnivel, comprobamos al final de la jornada que fueron mas de 1300 metros en total.

Por el bosque el camino transcurría entre zig-zags mientras continuábamos ganando altura, yo iba cantando cada 100 metros de desnivel que subíamos al resto del grupo.

En algunas partes del recorrido podíamos ver allá arriba la omnipresente figura del Tozal de Mallo que se erige imponente hacia el cielo, aún lo vemos demasiado lejos y sin embargo al finalizar el día le miraríamos desde arriba hacia abajo.

Tras superar el bosque entramos en un paisaje de bajo matorral, momento en el cual nos decidimos a buscar una sombra y hacer una parada para comer, hoy tenemos de menú pasta con ternera que calentamos de forma individual en el hornillo que llevamos.

Durante la comida y aprovechando la pausa intento perseguir a alguna de las numerosas mariposas para fotografiarlas, no es fácil hacer esto y mas con una cámara compacta, pero con un poco de paciencia al final consigo acercarme a una.


Reprendemos la marcha y la silueta del Tozal aparece cada vez mas cerca o eso nos parece, poco a poco se va dejando ver mas la parte de pared que queda a su derecha. Nuestra intención es conseguir llegar este primer día a la Faja de las Flores o por lo menos quedar lo mas próximo posible.


Sabemos que llegado a un punto tenemos que elegir en un cruce de caminos, por un lado podemos ir por un paso de clavijas aéreas que además se encuentran en una especie de chimenea, pensamos que con la mochila tan enorme que llevamos esta opción no es deseable, y por otro un paso conocido como La Fajeta, una vía estrecha, muy estrecha y de unos 100 metros de longitud, paso que no tiene muchas complicaciones salvo para personas con vértigo.


Ante nosotros aparece una gigantesca pared vertical que nos hace comprender que andamos ya muy cerca de la Fajeta, desde luego las vistas con la altura ganada empiezan ya a ser espectaculares.


continuará...

Besos pirenaicos.

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