miércoles, 12 de septiembre de 2012

Travesía por Ordesa: Bajo el cielo estrellado

Tras el merecido descanso, nos recuperamos de la trepada y decidimos continuar la marcha ya a media tarde, era hora pues de ver donde pararíamos para pasar la noche.

Mirando hacia atrás aún veíamos la increíble pared que acabábamos de subir e incluso parte de las pequeñas y estrechas fajas, como se aprecia en esta imagen.


Aunque nuestra primera intención era alcanzar la Faja de las Flores o incluso pernoctar en ella, comenzamos a ver con buenos ojos la posibilidad de quedarnos antes por el camino, llegar lo mas cerca posible para que a la mañana siguiente comenzásemos a recorrerla.

Encontramos un hilo de agua manando de una pared y nos pareció suficiente para volver a rellenar todos los depósitos, en total repusimos 3 litros por persona y los purificamos a base de pastillas, ya habíamos podido comprobar que el agua podía ser un problema así que teníamos que ir con cuidado y no desaprovechar ninguna oportunidad.


Tras otras dos horas casi, caminando siempre hacia arriba, buscábamos un lugar donde poder plantar la tienda, parece mentira lo difícil que resultaba que apareciera ante nosotros un trocito de terreno medianamente plano, solo necesitábamos 2 metros cuadrados por tienda y no había manera.

Al final no pudo ser y esa primera noche tuvimos que montar la tienda en un terreno algo inclinado, una bonita luz de atardecer nos acompañaba mientras nos instalábamos. En seguida preparamos la cena, un interminable cous-cous con pollo y una barrita de cereales y plátano a modo de postre.


Al caer la noche y ya muy cansados, decidí por lo menos tomar una fotografía nocturna para guardar como recuerdo un precioso cielo estrellado que nos haría de techo esa noche, como siempre la sensación de dormir en la montaña lejos de todo... maravillosa.


continuará...

Besos pirenaicos.

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