En busca del frío

El pasado domingo me uní a un grupo de amigos y compañeros de Fonamad para subir a Peñalara y contemplar el amanecer desde la pradera de la laguna grande.

Suelo subir bastantes veces a esta zona, ver amanecer desde ahí arriba es siempre una experiencia muy especial, y sobre todo hacerlo en invierno, al ser posible con mucha nieve.

No fue el caso, había nevado una par de días en la semana, pero no lo suficiente, una capa de escasos 5cm cubría Peñalara y alrededores. Se pierde así la increíble sensación de caminar de noche entre el bosque cercano a Los Cotos solo con el sonido del crujir de la nieve bajo nuestros pies.


Nos hemos juntado un buen grupo, cerca de 20 apasionados por la naturaleza y la fotografía, a primera hora muy temprano estamos ya todos en el parking, la temperatura es de -6º cuando comenzamos a subir a fila de a uno.

En esta pequeña salida voy haciendo las veces de coordinador y abro el grupo, cada vez que miro hacia atrás veo la fila de luces de los frontales en la oscuridad, cualquiera diría que somos la Santa Compaña.


Durante la subida se presenta alguna dificultad en forma de placas de hielo, que por desgracia hacen sufrir mas de una caída a algún compañero, pero por suerte solo se quedan en sustos sin mas.

Al llegar a la pradera la temperatura alcanza los -8º, nos dispersamos, aquí cada uno busca una posición que le guste y se dispone a disfrutar del amanecer, el cielo esta cubierto y muy negro, no se presagia que vayamos a tener una buena luz.

Solo una estrecha franja cerca del horizonte deja ver algo de luz, poco a poco se fue ensanchando y justo por ahí apareció el sol, en unos instantes lo que hasta entonces era todo negro se incendió literalmente, tiñendo las nubes de rojos y naranjas intensos.


Como ocurre casi siempre, son momentos muy fugaces y enseguida cambia todo de nuevo. Una vez transcurridos esos instantes es tiempo de saludar y charlar con los colegas, incluso de buscar formas atractivas entre los hielos que adornan los arroyos.


Sigo esperando esa gran nevada que deje un paisaje realmente de invierno, ese día estaré en el sitio oportuno en el momento justo.

Besos helados.