domingo, 15 de mayo de 2016

Midi Pirynees - Etapa 9: Cap de Creus - Cadaqués

La última etapa del viaje sería ya en el Cap de Creus, una zona espectacular por muchos motivos. Habíamos establecido el campo base en el Port de la Selva, pero desde allí es muy sencillo realizar diferentes visitas, entre ellas no iban a faltar ni el propio cabo ni por supuesto la bellísima ciudad de Cadaqués.


La llegada al cabo tiene ese algo misterioso que tienen todos los cabos, una pequeña carretera que se pierde en la nada y que no para de zigzaguear y subir y bajar, a ambos lados contemplando el mar, diferentes calas y acantilados, sabes que estás cerca pero nunca exactamente hasta que por fin das con la figura imponente del faro de turno.




El día es espléndido, el mar está en calma, sopla una suave brisa, se diría que es imposible encontrarse mejor que ahora mismo y en este lugar.


En este faro se han rodado algunas películas como "El faro del fin del mundo", y L'âge d'or con guión de Luis Buñuel y Salvador Dalí.




Después de una estupenda mañana por lo alrededores del cabo es hora de visitar Cadaqués, también con la idea de probar algo de su gastronomía típica.


Qué decir de Cadaqués, es como una isla, alejada de casi todo, blanca reluciente y mirando al mar. Se hace imprescindible recorrer su casco histórico e ir ascendiendo hasta llegar al punto mas alto donde se encuentra la iglesia de Santa María de Cadaqués con unas vistas sobre toda la bahía.




En cada rincón de Cadaqués está presente la figura de Dalí, no hay mas que fijarse para sentirle en todas partes. Por otro lado, los gatos forman parte del paisaje y sestean a sus anchas por las adoquinadas calles.



Paramos a comer en una terraza frente al paseo marítimo, estamos a la sombra y tenemos en frente la bahía resplandeciente, las barquitas entran y salen paulatinamente.



Hoy en día, y a pesar de seguir siendo un pueblo de pescadores, casi toda su economía está centrada en el turismo.

Infinidad de tiendas salpican las calles, artesanía, moda, o simplemente souvenirs para turistas con ganas de gastar.



Después de comer, va quedando menos gente por la calle, apenas un chiquillo que juega a dominar la pelota y que cuenta como único compañero de juegos con la pared.

Ha sido desde luego una visita muy aprovechada y que ha servido para quitarnos el mal sabor de boca del día anterior al llegar, ahora si hemos vuelto a esa tranquilidad que dominado todo este viaje por tierras francesas principalmente.


Es el momento de la despedida, recogemos y preparamos las cosas para a la mañana siguientes salir bien temprano, nos queda aún un buen trecho hasta llegar de nuevo a casa, han pasado muchas cosas, y hemos disfrutado de muchos lugares por el camino, hemos parado cada vez que hemos encontrado algo que llamaba nuestra atención y variado los planes sobre el terreno, uno se siente así viajero por encima de todo.

Como colofón final, la despedida al sol tomando una copa sentados en los guijarros de la orilla. hasta pronto.


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