Dejando atrás el lago desde donde habíamos pasado la noche descendemos hacia otro lago intermedio que a su vez comunica con un tercero a través de un salto de agua vertical, y es justo unos metros antes donde decidimos esperar a que el sol asome por la espalda del Midi.
Cuando esto ocurra esperamos tener un bonito contraluz de manera que la cara que veamos del pico quedará en sombra y los primeros rayos de sol que lo sobrepasen irán a caer a nuestros pies iluminando de esta forma las hierbas y la superficie del agua donde estamos instalados.
Como siempre buscas un encuadre que te satisfaga, realizas algunas tomas para ajustar parámetros y el resto es esperar a que todo cuadre en un instante preciso, hemos partido en completa oscuridad de nuevo con los bártulos al hombro pero ya se nota que comienza a clarear, no debe faltar mucho.
Una vez conseguida la imagen buscada, decido regresar unos cuantos metros sobre mis pasos para captar algunos reflejos en el lago intermedio ahora precisamente que la luz es preciosa.
Mientras disfrutas de una luz tan acogedora y das la bienvenida a un nuevo día, a la vez vas desayunando algo para coger fuerzas para el camino de vuelta hasta el embalse donde comenzamos el día anterior.
Ya con todo el equipo guardado, comenzamos a descender por donde ayer todo era subida sin cesar, voy tomando algunas imágenes de recuerdo de este precioso valle ahora que me voy cruzando con gente que comienza la caminata.
Sin duda que la escapada ha merecido la pena y mucho, quedan para siempre guardados unos momentos mágicos en mi cabeza y es posible que alguno incluso en la tarjeta de mi cámara, definitivamente las últimas incursiones que he hecho en Francia han sido de lo mas aprovechadas.
Besos pirenaicos
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