No había hecho el año mas que empezar el 2012, cuando bajo un día espectacular decidí dar un paseo por mi querida Jarosa.
El sol en lo alto potenciaba los intensos olores de la jara al hacerla sudar, hace un calor impropio de la época y por eso fue imposible, ni siquiera en zonas sombrías, encontrar ni rastro de hielos, uno de los motivos abstractos que mas me satisface fotografiar.
En vista que era imposible esa misión, decidí centrar la atención en las formas juguetonas que dibuja en agua a cada salto en los arroyos, y de esta manera un borde rocoso hacía que el río pintase serpentinas plateadas para realizar un salto de apenas unos centímetros.
De toda la serie que realicé sobre estas formas, la que os muestro es la que mas me gusta finalmente, creo que el encuadre cuadrado le da cierto equilibrio.
Poco después, aunque al abrir mas el zoom y dejar que en el encuadre se cuele mas entorno, y con una luz cada vez mas dura, un pequeño salto casi en sombra hacía destacar con una luz mas filtrada, alguna rama seca.
Con seguridad ninguna sea una foto para recordar, pero son las primeras del 2012 y ¿quien desea buenos comienzos antes que finales?.
Besos de estreno.
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