Llegar hasta Venecia y no acercarse a conocer Burano es para mi pecado si eres fotógrafo, esta preciosa isla de casas de colores nos ofrece un recorrido con el que disfrutar de todos los sentidos.
Probablemente no tenga muchos reclamos turísticos si exceptuamos sus casas coloridas, pero el ambiente que se respira es muy diferente al de su vecina Murano.