Ha pasado mucho tiempo, demasiado sin duda, desde que no publico en el blog ninguna entrada de recetas y no precisamente porque no tuviera material que mostrar, siempre ando preparando platos cogiendo de aquí y de allá.
Para retomar esta buena costumbre hoy os dejo una receta muy sencilla y que va perfecta para el veranito.
Cada amanecer representa en sí mismo un cambio, un cambio de día que puede o no resulte finalmente un cambio decisivo o transcendental, eso casi nunca lo sabemos cuando el día no hace otra cosa que asomar.
Este bosque maravilloso es uno de mis lugares favoritos como muchos sabéis y además lo frecuento muy a menudo, sin embargo no han sido muchas las veces en que he podido disfrutar de una combinación de niebla y agua.