lunes, 19 de enero de 2015

Travesía Pirenaica 2014 - Vuelta al Posets 2

Tras pasar por las peripecias del día anterior y una noche de tormentas continuas, el segundo día se presentaba bastante mejor. De inicio no llovía y todo el material había aguantado muy bien el agua caída.

Abajo en el valle de Estos se veían aún a primera hora de la mañana luces amenazantes, pero teníamos optimismo.

Poco a poco fuimos descendiendo el valle, no deberíamos tardar mucho hasta encontrarnos con el refugio de Estos.


El campo está precioso como puede verse, aún no han apretado mucho los calores y eso se nota.



Antes de llegar al refugio nos encontramos a un chico que sube literalemente a la carrera, se le nota en la cara que está muy asustado, nos paramos a charlar con el, ha perdido a su perro, un border collie que se ha despistado y se ha ido tras unos senderistas.

Le decimos que nosotros hemos hecho noche algo mas arriba y que desde ayer por la tarde no hemos visto pasar a nadie, de eso tenemos garantía, así que con nuestra confirmación toca cambiar de planes y pensar que el perro haya tomado otra dirección, le deseamos toda la suerte del mundo, no quiero pensar el susto que yo me llevaría.



Resulta espectacular echar la vista atrás de vez en cuando y ver a lo lejos el collado que cruzamos el día anterior y donde pasamos la noche, se convierte en una sucesión de valles y collados.


Llegamos al refugio de Estos, hacemos una pequeña parada mientras jugueteamos con los perros de la entrada, es evidente que aquí tampoco está el perro perdido. Uno de ellos, parece un perro de careo, nos sigue el juego y se viene con nosotros en cuanto comenzamos a andar.

Enseguida comprendo que no hay ningún problema y que está mas que acostumbrado a recorrer en solitario estas montañas, el parece feliz abriendo camino.




Tras girar a nuestra derecha abandonamos el valle y comenzamos de nuevo una subida sin descanso, esta vez, nos llevará al ibonet de Batisielles, un precioso ibón rodeado de cañas y que ya tuvimos el gusto de conocer hace unos años en otra excursión invernal por el Posets.


Es sin duda y después del esfuerzo, el sitio perfecto para parar a comer y descansar un poco las piernas.

No estamos muy lejos ya de nuestro destino de hoy, pero sé que se trata de un último tramo muy duro, un fuerte desnivel en poca distancia, una hora aproximadamente pero muy dura.

Mientras estamos comiendo nos llevamos la alegría de ver al chico de antes con su novia y con su perro, menudo susto, nos cuenta que le habían visto cerca del monte Perdiguero!!


La subida se nos hizo muy dura, pero en cuanto pude ver al fondo las agujas de Perramo ya sabía que estábamos muy cerca, un último esfuerzo y habríamos llegado.


El lugar no puede ser mas espectacular, montamos el campamento y nos damos un baño a pesar del agua helada, eso te reactiva la circulación y te quita cansancio de los músculos.

La única pega es una enorme nube de mosquitos que no cesan de torturarnos, incluso atraviesan la tela del pantalón.

Esperando el momento de cenar, aprovecho las luces que van cayendo en los picos del fondo para componer con un bonito tronco que yace en la orilla.
 
  



Apenas queda ya luz, recojo los bártulos y llega el momento de descansar una noche mas, esta vez, con muchas ganas de ver si el amanecer me deparará alguna sorpresa.

 

Besos pirenaicos.

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