miércoles, 10 de febrero de 2010

Buscando a Nemo

Hace ya tiempo que no disfruto de una de mis grandes pasiones, el submarinismo, no hay sensación comparable a flotar en el inmenso azul de mar y dejarse llevar por la corriente, mientras ademas disfrutamos de las maravillas que el fondo marino encierra.

Siempre digo que si todos pudiéramos por una vez asomarnos a ese mundo, quizás veríamos con otros ojos nuestro planeta, imagino que algo similar a lo que ocurre cuando un astronauta divisa la Tierra desde el espacio y contempla lo hermosa que es y la identifica como su hogar...

Las fotos de esta entrada son por lo tanto de archivo, aunque mi deseo es poder disfrutar cuanto antes de esas sensaciones.

Hay un pececillo que supongo despierta la simpatía de muchos, grandes y pequeños, y sobre todo después de la película "Buscando a Nemo", se trata del pez payaso.



Procede de los arrecifes de coral del Indopacífico, pero se encuentra también en otros mares y océanos (raramente en el Atlántico), aunque estas fotos están realizadas en el sur del mar Rojo egipcio.

Tiene unos vivos colores, generalmente rojo, rosa o naranja y blanco y negro, se mueve con mucha soltura y su hábitat natural es la anémona.

Aquí podeís ver un pequeñajo que se esconde del fotógrafo.


Es un placer intentar fotografiar a estos pequeños, pero no es nada sencillo, primero porque no se quedan casi nunca quietos, pero sobre todo porque son realmente valientes y capaces de atacar a cualquiera que les moleste, es increíble como no tienen reparos en darte bocados e incluso hacerlo con los flashes o con la carcasa de la cámara, y no digamos nada si en la anémona se han refugiado las crías, en cuyo caso el ataque es feroz, aún así resultan muy interesantes de observar.

Una ciudad de anémonas rojas con el último sol del día, forman una imagen muy atractiva.


Los peces payaso y los peces doncella son los únicos que pueden vivir entre los tentáculos de la anémona, en teoría se produce entre ambos una asociación en la que todos ganan, unos eliminando restos de comida y el otro obteniendo un lugar que se convierte en un refugio a prueba de enemigos.

Aquí podeís observar una anémona convertida en una preciosa guardería.

Besos....marinos.

2 comentarios:

  1. ¡Qué pasada!. Tus fotos submarinas son las que me producen mayor satisfacción y posiblemente es porque yo nunca haré ese tipo de fotos ya que me resultaría imposible estar ahí abajo. A los que no vamos nunca a ponernos un traje de neopreno sigue enseñándonos las bellezas del mar y a los demás también por supuesto.
    Besos

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  2. impresionantes fotos...captar su mirada con la cámara debe ser un momento mágico...te miró a ti ese serecillo...son además tan simpáticos con esa boquita...vaya un lujazo estar ahí con ellos...bsss mpaz

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