Después de dar por terminado el amanecer con el sol ya ganando altura, era el momento ideal para un largo paseo, la temperatura era realmente agradable a esas horas del día.
Me había informado de una Vía Verde que comunica Oropesa del Mar con Benicasim y lo hace de forma paralela al mar y atravesando mediante cortados algunas pequeñas montañas.
El recorrido comienza desde el mismo puerto deportivo, tiene una distancia de 11 Km ida y vuelta y además es complétamente llano , así que está siempre frecuentado por corredores y ciclistas.
Se trata de un camino en el que constantemente vas observando el mar a tu izquierda y hay dispuestos diferentes miradores con aparca-bicis incluidos. Cada vez que se interpone un montículo directamente se atraviesa, así ocurre sobre todo al inicio donde un túnel de casi 800 metros pasa de un lado a otro, está provisto de luces automáticas sensibles al paso de cualquier viandante.
El día está siendo espectacular y el mar se presenta como un gigantesco plato liso con destellos producidos por la luz del sol en su superficie. Las piraguas aprovechan también para echarse a la mar.
Los laterales están salpicados por pinares, palmeras y matorral bajo, el trino de muchas pequeñas aves nos acompaña constantemente, aunque caminamos a buen ritmo hacemos muchas paradas porque la ocasión lo merece, me detengo y respiro hondo mientras contemplo la inmensidad del mar y una ligera brisa comienza a despertarse.
Una vez terminado el recorrido completo, finalmente fueron 13,5 Km en total, es la hora propicia para empezar a pensar en tomar un aperitivo en la misma playa, definitivamente el sol de invierno y el mar forman una mezcla perfecta.
Besos playeros.
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