Vivo en una zona de bosques, principalmente tengo muy cerca grandes pinares aunque también disfruto de algún robledal y abedular espectaculares, para ver un hayedo ya tengo que alejarme algo mas.
En el bosque encuentro en muchas ocasiones la paz necesaria y son habitualmente una fuente de inspiración tanto para la toma de fotografías como para cualquier otro tipo de expresión.
Los bosque de pinos me gustan de cualquier manera, ya sea completamente cubiertos de nieve en invierno o en verano con el suelo lleno de sus afiladas hojas.
Pero si algún pino aislado asoma sobre el paisaje de la Sierra de Madrid, lo mas me gusta es cuando la suave luz del atardecer acaricia su silueta y lo perfila con unos preciosos tonos dorados sobre su corteza.
En esos momentos algunos pinos por lo general de bastantes mas años que la mayoría de nosotros tienen un aspecto imponente, los últimos rayos de sol cuando este está muy bajo en el horizonte solo rozan a los árboles mas altos antes de desaparecer por completo hasta e día siguiente.
Pienso que se sienten orgullosos de haber alcanzado esa edad y ver el resto del bosque y de la Sierra desde las alturas, realmente esos árboles son un gran tesoro que todos deberíamos de esforzarnos en cuidar, con ese cuidado muchos seguirán acompañando a nuestros hijos, nietos...
Besos
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