lunes, 26 de agosto de 2013

Ruta circular por Siete Picos: La subida

Una de las rutas mas bonitas y sencillas que se pueden hacer en la Sierra de Madrid es posiblemente la circular a Siete Picos.

Se puede realizar desde diferentes sitios y hacerla mas o menos larga en función de si subimos los picos o nos limitamos a rodearlos.


Esta vez el plan era aprovecha un viernes de verano para nada mas salir de trabajar ir hasta el puerto de Navacerrada y comenzar desde allí mismo la subida a Siete Picos. El total del recorrido se quedaría solo en 10 Km y 645 metros de ascenso total, nada duro.

El nombre de Siete Picos viene dado lógicamente por su inconfundible silueta, asoman por encima de los montes dibujando una cresta en forma de C de se dirige al sur, desde Navacerrada desde el último pico, El Somontano hasta el primer pico y el mas separado y el mas bajo, El Majalasna.



Se comienza a caminar dirección la pista del Telégrafo y no tardaremos mucho en llegar al cerro con el mismo nombre, un poco mas adelante dejaremos a un lado la virgen de las nieves visible en lo alto de unos bolos graníticos.


Ahora deberemos atravesar la pradera de Siete Picos, y en seguida llegamos a una bifurcación que nos permite ir a izquierdas o derechas, nosotros en este caso continuamos recto en lo que es la subida al primer pico.



Desde lo alto del primer pico ya disfrutamos de unas magníficas vistas al mirar hacia atrás y ver la Bola del Mundo, la tarde acompaña con una brisa fresca que hace el camino mas llevadero. La subida no tiene gran dureza y se hace por el interior del pinar entre sombras.





Todos los picos componen una sucesión de rocas de granito cada una a cual mas curiosa, hay formas que llaman mucho la atención y que parecen colocadas por la mano del hombre.

La senda está mas o menos marcada y decidimos rodear los picos por la cara norte, esta siempre nos quedará a la derecha, tenemos intención de hacer vivac en alguno de los últimos picos para regresar a la mañana siguiente.



Entre el cuarto y el quinto pico el sol comienza a despedirse y no llego a tiempo de poder montar el equipo, pero gracias a la compacta consigo por lo menos guardar el recuerdo de ese atardecer tan especial.



Es momento de preparar el vivac y de cenar mientras espero a que llegue la noche y poder así sacar algunas imágenes nocturnas, para este tipo de fotografía las rocas y sus formas vienen de perlas.

El cielo despejado que no ofreció un atardecer espectacular hizo sin embargo que la noche fuera rasa y estrellada, a pesar de la contaminación lumínica se consigue alguna imagen que refleje lo que es la noche en la Sierra durmiendo solo bajo las estrellas y con la mejor compañía posibles.

Fue una noche especial porque mi chica y yo disfrutamos de varias estrellas fugaces que nos hicieron especial ilusión.


 

Besos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario