Una vez mas, y como he explicado en anteriores ocasiones, se ha convertido en tradición que un grupo de amigos a los que nos gusta "vivir la noche" :), nos juntemos en verano para pasar una velada nocturna desde lo alto de Abantos.
En esta ocasión además nos acompañaron un grupo numeroso de compañeros de Fonamad, algunos de ellos con la inquietud de probar esta modalidad fotográfica que tanto engancha, la fotografía nocturna.
Una vez reunidos todos en el punto donde dejábamos los coches, mi amigo Joaquín y yo dimos una pequeña charla a modo de introducción para tener unas nociones básicas sobre este tipo de fotografía, así como sus peculiares problemillas, modos de enfoque, cálculo de la exposición, manejo del ISO etc etc.
Después cada uno por su lado y todos embrujados por ese cielo plagado de estrellas en la Sierra de Madrid, esperando a que una maravillosa luna llena hiciera su aparición.
Por todas partes y en la oscuridad de la noche podíamos ver golpes de luz, flashes, pinceladas de linternas y frontales, esa noche el bosque no era por lo menos tan oscuro como de costumbre...
Fue una gozada compartir esos momentos, cada uno mira al cielo y busca en las estrellas una sintonía con el entorno, parece mentira que tan cerca de Madrid todavía podamos mirar hacia arriba y prácticamente no tener contaminación lumínica, esa que tanto estropea la belleza de los cielos en las ciudades.
Disfrutamos de la cena en medio de las rocas y pinares de Abantos y tras unas cuantas horas, poco a poco cada uno se iba recogiendo, seguro que para los que lo probaron por primera vez, se llevaron una grata impresión, y aquellos que ya estamos habituados a pasar noches en el bosque y en la montaña, una vez mas no salimos defraudados.
Besos nocturnos.
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