"... no preciso viajar lejos para hallar lo que deseo si tropiezo en tu regazo... ya me basta para tocar el cielo... ".
He subido a los alrededores de La Jarosa infinidad de veces, he disfrutado allí muchos momentos al amanecer, al atardecer, de día, de noche, con lluvia o con nieve y todavía a día de hoy encuentro un rinconcito que me sorprende.
Así ha sido este sábado, no esperaba encontrar nada especialmente bonito, no es una buen época para que el campo se muestre en todo su esplendor, sin embargo este verano suave ha hecho que el agua fluya con fuerza por los arroyos; así que en un recodo de uno de ellos me puse a soñar de nuevo.
Besos para soñar despierto.
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