Tengo la gran suerte de vivir rodeado de muchas joyas de la naturaleza en mi entorno y una sin duda es este Monumento Natural de Interés Nacional de la Peña del Arcipreste de Hita.
Este espacio fué declarado en 1930, a petición de la Real Academia Española de la Lengua, para conmemorar los seis siglos del «Libro del Buen Amor», y con ello a las estrofas que su autor dedico a su paso por esta sierra.
El camino comienza con una roca grabada que indica que solo nos encontramos a 800 metros de la Peña, a partir de ahí una senda entre bosque de pino, jara y helecho nos va acercando al encuentro.
Desde lejos aún, podemos observar como se muestra erguida al cielo, es una silueta muy peculiar y que en muchas ocasiones he subido para fotografiarla de noche.
Al llegar una roca granítica en la que sólo esta inscrita la primera estrofa de unos versos nos hace de entrada a la plataforma, el verso completo habla sobre lo duro de la climatología en invierno por la sierra y de las andanzas del arcipestre:
Cerca la Tablada
la sierra pasada
falleme con Aldara
a la madrugada
Ençima del puerto
coydé ser muerto
de nieve e de frío
e d'ese rosío
e de grand' elada.
A la deçida
di una corrida,
fallé una serrana
fermosa, lozana,
e bien colorada.
la sierra pasada
falleme con Aldara
a la madrugada
Ençima del puerto
coydé ser muerto
de nieve e de frío
e d'ese rosío
e de grand' elada.
A la deçida
di una corrida,
fallé una serrana
fermosa, lozana,
e bien colorada.
Una vez allí las vistas son espectaculares, al fondo el embalse de Valmayor y mas a lo lejos en el horizonte Madrid, hoy es un día muy bonito para disfrutar de este paisaje, corre una brisa fresca que susurra cuando atraviesa entre los árboles.
En una grieta en la roca haciendo las veces de pequeña cueva se encuentra un tesoro, un tesoro guardado en un cofre por supuesto, en el interior varios ejemplares del libro y varias libretas llenas de declaraciones de amor o simplemente inscripciones de personas que disfrutan de la montaña y de la naturaleza.
Un de las inscripciones recientes (según se van llenando las libretas hay que sustituirlas y entregar las viejas a "los amigos del Retiro" de Madrid) era de una persona de de 88 años que regresaba a la Peña después de muchos años, realmente enternecedora.
Me resulta un lugar mágico es inevitable, y no solo por su paisaje, todo lo que lo rodea lo convierte en uno de esos sitios especialmente romántico para aquél que sepa apreciarlo.
Besos de buen amor.
En una grieta en la roca haciendo las veces de pequeña cueva se encuentra un tesoro, un tesoro guardado en un cofre por supuesto, en el interior varios ejemplares del libro y varias libretas llenas de declaraciones de amor o simplemente inscripciones de personas que disfrutan de la montaña y de la naturaleza.
Un de las inscripciones recientes (según se van llenando las libretas hay que sustituirlas y entregar las viejas a "los amigos del Retiro" de Madrid) era de una persona de de 88 años que regresaba a la Peña después de muchos años, realmente enternecedora.
Me resulta un lugar mágico es inevitable, y no solo por su paisaje, todo lo que lo rodea lo convierte en uno de esos sitios especialmente romántico para aquél que sepa apreciarlo.
Besos de buen amor.
No me digas que estas son del Sabado.....???
ResponderEliminarMuy chulas....
La verdad es que siendo de Madrid, me doy cuenta de lo desconocidos que son muchos lugares y rincones de la sierra. Gracias por mostrarlos a traves de tu objetivo.
ResponderEliminarSon de este sábado José Angel, y nada de madrugar, a medio día, pero estaba bonito, eso sí.
ResponderEliminarLa verdad Oli es que en Madrid hay muchos rincones con encanto, muchos espacios naturales, solo en la Sierra tenemos infinidad, intentaré ir enseñando aquellos que conozco. Bss
ResponderEliminarNo es lugar para anónimos.
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