lunes, 21 de septiembre de 2015

La manta oceánica gigante de Maldivas

Sin duda uno de los objetivos que tenía en mente antes del viaje a Maldivas era el de poder bucear con las mantas oceánicas, un gigante de lo mas elegante bajo el agua.


Por una parte estaba mi deseo de disfrutar de diferentes tipos de tiburón como grises, puntas negras, sedosos, zorro o puntas blancas y algún tigre, por otra esperar si con un poco de suerte teníamos un encuentro con el tiburón ballena (que también conseguimos), pero dejando a un lado los tiburones las mantas ya representaban por sí solas un aliciente máximo.


Lo que ya fue una suerte inmensa fue disfrutar de ellas en el primer día de crucero y en la segunda inmersión, no lo podía creer.

Nos colocamos todos alrededor de una zona considerada por ellas como una estación de limpieza, hay mucha corriente y es importante no atravesar esa zona por el medio porque lo mas que podemos conseguir es que huyan. Así que recuerdo como me agarré con fuerza a una roca mientras alucinaba con el baile de este precioso animal.


Había decidido bajar con el angular y la cúpula montado pensando en que las tendría a una distancia muy cerca y solo con esa configuración sería capaz de meterlas enteras en el encuadre.



El caso es que comencé un poco a desesperarme a ver que no se acercaban a mi posición y mientras yo estaba ansioso con todo preparado para cazar la foto soñada, dudaba una y otra vez si soltarme y cruzar pegado al fondo a la otra zona ya que parecía les gustaba mas.


Suerte que finalmente no lo hice, porque cuando parecía que terminaría la inmersión sin que las tuviese realmente cerca, dos de ellas decidiceron que ya era hora de cruzar de bando. Fue algo espectacular verlas acercarse, saqué varias tomas ya a una buena distancia, pero en un momento dado me solté y me bajé hacia el fondo arenoso, tuve la suerte que una de ellas me siguió y pasó por encima de mi cabeza varias veces, ahora si que estaba feliz y la pude fotografiar como había imaginado, en momentos así uno siente una felicidad enorme.


Solo quería compartir algunos de esos momentos en una solo inmersión, podéis ponerle música a las imágenes porque ellas bailarán sin duda.

Besos oceánicos.

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