Al otro lado

Retratando a personas aprendes mucho, en cierta manera es cierto que las desnudas con la cámara, no digo como se pensaba en algunas culturas que se robe el alma, pero si por lo menos que se accede a alguno de sus secretos.

Después de cada sesión, revisando las fotos una y otra vez, observas detalles, gestos y miradas que hablan de la persona retratada, y en ocasiones te sorprendes.

Te sorprendes porque de alguna manera has conseguido captar la esencia de alguien y descubres que no obedece a como se muestra, normalmente esconden un potencial como ser humano que no llega a salir a la luz, cada uno con las barreras que se autoimponga, en esos casos es una lástima; en los casos en que lo que ves es lo que hay, estas delante de alguien que vive su vida de cara.


Con los años vamos descubriendo quienes somos, y en ese descubrimiento deberíamos ir apartando miedos y frenos a mostrarnos como somos y queremos ser, dueños de nuestros destinos, al fin y al cabo el conocimiento aporta luz.


Sin ningún ánimo de vanidad, arranco este año precisamente con unos autoretratos, además de prácticas de iluminación, de diversión asegurada, me pongo al otro lado del visor por una vez y me miro por fuera, que por dentro me tengo muy visto.


Besos desde el otro lado.