Este ha sido, está siendo mejor dicho, un buen año de nieves para la Sierra de Madrid, todavía hoy cuando cada vez es mas evidente que la primavera pide a gritos presentarse ante nosotros, las cimas continúan nevadas y preciosas.
En esta ocasión y como en muchas otras mañanas de invierno, las ganas por salir a la montaña terminan ganando y allá que vamos a respirar aire puro y ha mover las piernas y el alma diría yo.
En el Alto del León sale una pista que llega hasta el monte Abantos y que en invierno suele ponerse hasta arriba de nieve, esa mañana en concreto el recorrido fue con raquetas dado el espesor de la manta blanca.
Unos cuantos kilómetros andando por estos paisajes y uno se cree que está, o lo sueña, en parajes lejanos donde habita el invierno, imagino Alaska, Canadá o los mismos Alpes.
En días así, el premio al regresar es disfrutar de un caldito reponedor y saborear una tarde de relax, qué bello es el invierno.
Besos.
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