Normalmente es un pez solitario que se aprovecha de los muchos agujeros entre las rocas para cobijarse.
Suele estar entre los 12 y los 30 metros de profundidad, y si lo encontramos nadando entre dos aguas tiene un color marrón mas uniforme, aunque esto último no es muy habitual.
En Cabo de Palos hay ejemplares que alcanza un gran tamaño (en algunas zonas se han encontrado meros que alcanzan los 150 Kg) y que a lo largo del tiempo están acostumbrados a la figura del buceador, aunque siempre se mostrarán de primeras desconfiados.
Es necesario por lo tanto dejar que ellos sean los que se acerquen y poco a poco conseguir estar a una distancia mas pequeña para poder fotografiarlos.
Os dejo esta pequeña muestra de imágenes todas tomadas en junio pasado como todas estas series de entradas dedicadas a la fotografía submarina en Cabo de Palos.
Besos submarinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario