Al igual que las yemas de los dedos se disponen a posarse con suavidad sobre la piel, la ola se eleva tomando forma.
Los dedos se encojen para arrastrar hacia abajo como cuando hacen surcos en la arena de la playa, la cresta en la ola comienza a romper.
Las uñas aprietan entonces con suavidad para deleite de quien recibe la caricia, un pequeño estremecimiento que se convierte en espuma.
Y finalmente un escalofrío recorre la piel, toda la fuerza de la ola se disipa lanzado al aire las salpicaduras de placer.
Cuando esto ocurre, la caricia alcanza el alma y sabemos que estamos en el lugar adecuado y con la persona que nos hará feliz.
Besos con caricias.
En mi tierra diu, marinero de ola cortas nou sabe navegar si diu unas pocas palabras y tus sabras sobrar. Chapo a tu frases y como siempre ….magnifico adoro tu sentir!!!
ResponderEliminarPreciosas olas!!, vaya efecto que ha quedado tan bonito.
ResponderEliminarBesosss
Creo que lo tuyo no es la fotografía, te lo he dicho más de una vez, felicidades.
ResponderEliminarEl agua es algo en movimiento, los efectos que se pueden conseguir jugando con la exposición son muchísimos dependiendo el aspecto que busquemos, en este caso, son distintas olas en diferentes momentos porque busqué la plasticidad con una velocidad baja; aunque el orden de las fotografías simule una única ola desde que sube hasta que rompe.
ResponderEliminarGracias por comentar.
Muchas gracias José Luís por tus palabras, un abrazo amigo.
Qué decir Juan?, tienes una mirada prodigiosa, pero no solo para la fotografía, sino para la vida en general.
ResponderEliminarbesos
Que alguien me consiga transmitir esta sensibilidad a las 8.30 de la mañana de un simple martes de oficina según abres el ordenador...no tiene precio...
ResponderEliminarpreciosas fotos y palabras juanky.