jueves, 30 de diciembre de 2010

La costa Quebrada

Quiero despedir el año en el blog con una nueva entrada dedicada al mar (una vez mas), fuente de inspiración y en ocasiones consuelo.



Según la RAE una cosa esta quebrada (del part. de quebrar) cuando ha roto, partido por alguna parte, si se aplica a una empresa es porque ha entrado en ruina, si se aplica a un camino es poque es tortuoso con altos y bajos, con cualquiera de estas adjecciones me he identificado en este tiempo.

¿Y una costa?, debería de ser escarpada, con grandes entrantes y salientes, de vertiginosas paredes y rocas desprendidas.


Apunté en la libreta "Costa Quebrada" hace tiempo y en este invierno recién comenzado allá que me fui, parecía un destino lógico, al fin de cuentas nos íbamos a mirar de igual a igual.

En los alrededores de Lincres (Cantabria) se extienden unos pocos kilómetros de costa que llevan con merecimiento el nombre de Quebrada.


Se alternan acantilados imposibles con pequeñas playas preciosas, y un poco mas allá un enorme parque natural de dunas.


Cuando fotografío el mar, casi siempre lo hago a la altura de sus "ojos", a ras de suelo para verlo venir, para sentirlo lo mas cerca posible, en esta ocasión sin embargo he alternado este tipo de fotografías con otras desde lo mas alto.


Quería ganar altura, siempre ves las cosas con otra perspectiva, la vista alcanza mucho mas lejos y para eso estaba en el sitio indicado.


Las jornadas de luz en invierno son exageradamente cortas, así que no era plan de perdonar ni uno solo de los amaneceres mientras durase la estancia.


LLegando cada día al lugar elegido completamente de noche, lloviendo y con viento frío pero con la esperanza de disfrutar el comienzo de un nuevo día especial.


Y así fue como ocurrio, momentos únicos vividos en lugares únicos, las imágenes quedarán para ser recordados.

Besos quebrados.

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