Los que nunca han visto un pulpo bajo el agua, se sorprenderían de lo curiosos que llegan a ser.
A mi desde luego es una animal que me fascina contemplar, y cuando me topo con uno, es muy fácil que gran parte de la inmersión me la quede embobado con sus movimientos, sus cambios de color y su tremenda capacidad de adaptarse a cualquier hueco.
Y es que los cefalópodos en general son animales muy curiosos y además dotados de bastante inteligencia, si, de eso que tan falto están mucho humanos en estos días.
Otro día os mostraré a mi amiga la sepia, pero hoy por lo menos, aceptamos pulpo como animal de compañía.
Besos tentaculados.
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