La tarde todavía tenía cosas que ofrecer, así que después de comer dirigimos nuestros pasos hacia Laxe para visitar su ría y un pequeño cementerio de lo mas curioso, además de muy antiguo.
Sin duda dejaba para el final lo mejor, estaba deseando llegar a tiempo de ver atardecer desde el cabo Vilan o Villano que también se conoce por ese nombre. Una punta muy abrupta que penetra en el mar y un faro que indica uno de los puntos mas peligrosos de la Costa de la Muerte.
Había un grupo de nubes muy densas colocadas casi a ras del horizonte, mientras el sol estaba oculto tras ellas no se apreciaba su luz en las rocas del acantilado.
Estuve esperando un buen rato y tal y como pintaba la cosa, sabía que solo habría una pequeña oportunidad cuando el sol justo antes de ocultarse se dejara ver entre la masa de nubes y el horizonte.
Como no tenía una posición clara, decidí bajar todo lo que pude para obtener un primer plano de las rocas y el batir de las olas, calculé que me daría tiempo y he de reconocer que por los pelos!!.
Tras el espectacular atardecer, quedaba buscar donde pasar la noche en Camariñas, sin embargo y como en este viaje casi todo se va decidiendo sobre la marcha, finalmente tomamos rumbo a Muxía, no sin antes sacar una foto a la bahía de Camariñas justo al anochecer.
Biquiños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario