Dejamos atrás el valle y subimos hacia los ibones azules, primero llegamos lógicamente al inferior y un poco mas tarde a nuestro destino final por ese día, el ibón Azul Superior.
Recuerdo bien que ese primer día llegamos bastante pronto, la primera visión que tienes del lugar te maravilla, es una joya sencillamente, estaba como imaginaba repleto de agua y en la orilla una espectacular pradera verde, el sitio ideal para pasar la noche.
Decidimos montar las tiendas y así adelantar terreno, nos dedicamos a relajarnos, a estirar la muscultatura, a refrescar los pies y en definitiva a disfrutar de un lugar como este.
El sol se ocultaba justamente por detrás del pico Infierno y toda la zona quedaba muy pronto en sobra, era cuestión de esperar al día siguiente y esperar que ocurriese justamente lo contrario, que el sol bañase la cima del pico en su salida.
Aprovecho para sacar el reflejo del macizo Los Infiernos en el propio ibón, me gusta ver las líneas de mármol entre las rocas.
Al cabo de un buen rato y cuando nos disponemos a cenar, el último reflejo del sol ya escondido ilumina una cima a nuestra espalada.
La temperatura desciende rápidamente y no tardamos mucho en acostarnos, yo por lo menos estoy ansioso que llegue el día siguiente y comprobar que tal se nos va a dar el amanecer, solo nos levantaremos Joaquín y yo a esa hora, pero seguro que merece la pena.
A la mañana siguiente y antes que asome el sol, me dedico a buscar encuadres entre la orilla del ibón, busco algo que me llame la atención y centre el primer plano mientras espero a que las cimas vayan cogiendo color y a su vez se vean reflejadas en el agua.
En las siguientes imágenes se puede observar toda la secuencia de la salida del sol sobre el Infierno, los dorados son muy intensos al principio.
Todo pasa en muy poco tiempo como ocurre casi siempre, pero tenemos mucha travesía por delante y ahora toca reponer fuerzas con un buen desayuno y recoger todo para ponernos de nuevo en marcha, así será todos los días, sin descanso. A lo largo del día cruzaremos a Francia, y la cosa promete.
continuará...
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