Siempre se ha usado la expresión "llevar una vida de perros" para hacer notar unas condiciones pésimas, una vida indigna de cualquier ser humano. Y así ha sido durante siglos.
Hoy utilizo esa expresión para todo lo contrario, cada día a los amantes de los animales y muy especialmente a los amigos de los perros, pensamos en esa expresión como algo bueno, atendiendo por supuesto a la vida que intentamos dar a nuestros compañeros.
Siempre fieles y dispuestos, compartiendo con nostros absolutamente todo. Interactuando con los niños de manera magica, detectando como nadie nuestro estado de ánimo y obsequiándonos con su cariño bajo cualquier circustancia.
He vuelto a disfrutar de la compañía que ofrece un can, en el recuerdo quedó para siempre mi inseparable Schnnaucer Hugo, y hoy comparte mis días otro pequeño todoterreno lleno de energía.
En estas imágenes aparece Guille (así se llama este Westie) juntos con otros colegas de aventuras, Lluvía y Bayron.
Besos perrunos.
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