A la mañana siguiente el trayecto era mucho mas corto, desde donde hicimos la nocturna la noche anterior ahora estábamos dispuestos a bucear en Rass Mohamed y hacer un recorrido por Yolanda Reef.
Al poco de comenzar me llama la atención una almeja gigante (tridacna máxima) que está perfectamente protegida por un coral fuego, es como si se hubiera construido un fuerte amurallado a su alrededor.
El tamaño de las gorgonias es espectacular, cuesta un mundo que entren por completo en el encuadre y además iluminar toda esa superficie, me encanta ver los detalles, sus nervios y ramificaciones como si de un árbol submarino se tratase.
Llegamos a la zona mas conocida de esta inmersión, los restos de un naufragio que transportaba material sanitario entre otras cosas, os podéis imaginar que la foto-recuerdo-broma es un buzo sentado en uno de esos w.c.
A partir de aquí remontamos una ligera pendiente en un fondo arenoso, en estos fondos podemos encontrar fauna específica como ocurre con esta raya de lunares azules, llamada también pastinaca.
Un poco mas arriba aparece escondido entre las rocas este escorpión de cabeza plana, un pez siempre sorprendente, si te acercas despacio consigues sacar todo el detalles de su "armadura" y observar como hace movimientos apoyado sobre la arena utilizando sus aletas como pequeñas patas.
Queda poco para regresar y señalizar nuestra posición a las zodiacs, pero antes encuentro un precioso pez ángel de Arabia, recibe este nombre por la mancha amarilla en su costado, se supone tiene una forma parecida a la península Arábiga. Como todos los peces ángel dispone unos colores muy llamativos.
Justo antes de salir y ya escondidos en las grietas de la pared un grupo de catalufas acogen a un despistado salmonete.
continuará...
Besos submarinos.
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