martes, 18 de diciembre de 2012

Safari en el Mar Rojo, capítulo VII: Nocturna en Ras Abu Soma

Me encantan las inmersiones nocturnas, las sensaciones que se tienen son muy diferentes a las que se tienen cuando es de día y gozamos de visibilidad. En estas, todo está oscuro y animales que han permanecido ocultos salen de sus escondites, son las criaturas de la noche.


Mi objetivo para esta inmersión era principalmente fijarme en la vida pequeña, cuanto mas pequeña mejor. Quería probar un artilugio que estrenaba precisamente en ese momento, una lente húmeda de aproximación de nada menos que +10 dioptrías .

Por la noche me gusta bucear con muy poca luz, huyo radicalmente de esos focos potentes que lo iluminan todo, a mi modo de ver se pierde la esencia, así que prefiero el pequeño haz de luz que sale de mi linterna sujeta a uno de los brazos de la pletina.


En esas condiciones tengo que ir apuntando allá donde quiero ver, evidentemente todavía voy mas despacito si cabe y mirando en cada rincón esperando llevarme una sorpresa.

En esta noche fotografié un erizo heterocentrotus mammillatus de pequeño tamaño que es el que sale en la primera imagen, quería probar el poder de la lente y decidí ir mas allá, fotografiando su cuerpo interior entre las púas redondeadas y descubriendo que tenía alojado un pequeño parásito, estamos hablando de un erizo que no superaba los 5 centímetros en total...


Me estuve fijando también en las ramas "al viento" de los crinoideos, me encanta ver como se mecen por la corriente esperando poder capturar el mayor número de nutrientes posibles.

Mas tarde, mientras unos pólipos mostraban una actividad frenética, un minúsculo pececito de milímetros, no exagero, se refugiaba en los montículos del coral.


Casi al final de la inmersión encontramos un pez diablo de la familia de escorpiones, un ejemplar espectacular, perfectamente camuflado. Decidí sacarle como siempre unas tomas abiertas para mostrar el tamaño y la increíble forma de este pez, primero una toma cenital y mas tarde desde un lateral.



Una vez conseguido esto, quise probar hasta donde me dejaría acercarme para mostrar algún detalle, seguía con la lente montada lo que me daba cierta ventaja, aún así tendría que colocarme a centímetros del animal para sacar algo muy concreto. Muy despacio y con infinita paciencia fui arrastrándome con cuidado de no levantar suspensión y estropear la toma, finalmente pude sacar la silueta de su perfil, centrándome en el detalle de su ojo.


continuará...

Besos submarinos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario