Tras una noche de los mas tranquila, no necesito que suene el despertador para saber que no falta mucho para que amanezca, quizás sean las ganas de bajar de nuevo a pie de playa.
Nada mas levantarme me enfundo en mis badeadores, tengo la intención de disfrutar al máximo y para eso necesito meterme donde haga falta sin miedo a empaparme.