Imagino que todos buscan refugio en alguna ocasión y cada uno crea el suyo propio, cuando somos pequeños lo construimos en los límites de nuestra habitación, de mayores hay que hacerlo en otros lugares.
Cuando busco detalles a ese nivel, yo menguo para situarme a la altura de las criaturas que encuentro, pero mi mente crece y viaja, se libera.
Esta tarde subí buscando eso mismo al embalse de la Jarosa, y durante un buen rato fui diminuto, seguro que cualquiera me hubiera podido pisar.
Besos menguantes.
Felicitaciones GIGANTESCAS por las fotos del mundo menguante.
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