Sus aguas son de un color casi irreal, de un turquesa mágico, su silueta esbelta discurre entre roca desgastada por el tiempo y en otoño sus orillas se cubren de hojas rojas y doradas.
En una pared que alcanza los 900 metros de altitud máxima, sobre los 630 metros se produce la salida natural del acuífero formado por el macizo karkásico de Urbasa.
Este río tiene un nombre, Urederra, que significa "agua bonita" en Euskera y el nacedero es la forma coloquial de llamar al manantial donde nace.
Seguir su recorrido es hacerlo entre saltos y pozas, entre árboles que lo arropan, caminamos sin duda por un entorno de una belleza sin igual, no es una invitación a soñar, estamos viviendo un sueño.
Es imposible poder hacer llegar tantas sensaciones con unas simples fotografías, pero hoy mas que nunca me gustaría poder conseguirlo, que se escuche, que se huela, aunque solo sea un poquito, si lo puedes sentir, no es mérito mio, es que tu también sabes soñar.
En alguna de sus pozas echo un puñado de hojas, como se echan las monedas en las fuentes para pedir un deseo o simplemente para regresar algún día de nuevo.
En el nacedero del Urederra no solo nace un río, sino que comienza un cuento, cuando abandonamos su cauce comprendemos que el cuento no termina nunca, en las retinas quedan para siempre toda su fantasía.
Besos de ensueño.
Grandes fotos, si señor.
ResponderEliminarImpresionante
ResponderEliminarWaw, este rió es realmente maravilloso.. una grandiosa composición.. me invito a soñar :)
ResponderEliminarSaludos..
Tus imágenes llenan de oxigeno, madera y vida esta mañana, querría sumergirme en esas aguas.
ResponderEliminarMagnifica perspectiva!!
Cuando ya parece que es imposible sorprender, apareces con esto, y de paso me alegras el día.
ResponderEliminarPero vaya fotazas!, el agua se ve impresionante!!!, parece un autentico paraiso...
ResponderEliminarBesos!
¡¡Me encantan tus fotografías!!
ResponderEliminarSuerte
Gracias Brigida
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