Aquí hay ambiente

Una de las modalidades fotográficas con la que mas disfruto es el paisaje, esa misma modalidad llevada a la fotografía submarina cambia de nombre para ser llamada fotografía de ambiente.



Cuando uno se inicia en la fotografía submarina en general, rápidamente comprueba su dificultad y sus peculiaridades comparada con la terrestre, es entonces cuando vamos viendo como es en la modalidad de macro donde antes podemos obtener resultados que nos vayan animando, y la modalidad de ambiente queda relegada para mas adelante por su dificultad añadida.

En nuestro querido Mediterráneo este tipo de fotografía es aún mas complicado de realizar que en mares tropicales de gran visibilidad durante muchos días del año, o que en Atlántico que baña las costas de Canarias donde están realizadas estas fotografías.

Normalmente se requiere ganar cierta profundidad para poder obtener de esa manera un bonito degradado con el azul del mar, desde el azul mas intenso hasta el cían de superficie, mas si cabe cuando incluimos el sol en el encuadre, por eso solemos fotografiar de abajo a arriba (en este caso la superficie).


Localizar un primer plano que resulte atractivo es también primordial, una anémona, una esponja, una estrella,una rama de coral o una gorgonia pueden ser elementos muy útiles para esa función.


Y rizando el rizo, que aparezca un segundo invitado y se coloque donde a nosotros nos viene bien puede hacer que nuestra foto quede redonda, esto puede ocurrir cuando esperamos a que entre en escena un pez, normalmente de pequeño tamaño y de movimientos muy rápidos, por eso lo mejor es tener todo preparado y el gatillo a punto para no dejar escapar ese brevísimo momento.


Es importante realizar la medición puntual en el azul, en su parte mas clara, y compensar con los dos flashes lo que será nuestro primer plano; tanto en horizontal como en vertical (mas habitual) la colocación de los flashes es muy importante para poder crear volumen, normalmente coloco uno mas cerca del motivo principal desde abajo y otro a modo de relleno desde arriba y angulado.


Sin olvidar que todos estos cálculos hay que hacerlos mientras intentamos estar en flotabilidad neutra y no movernos nada, sabiendo que en cuanto levantemos la cabeza, los compañeros de inmersión habrán desaparecido, a esto uno termina por acostumbrarse, sí, lo sé... los fotosub somos unos pesados bajo el agua.


Es un placer cuando vemos en la pequeña pantalla de la cámara que todo ha salido como buscábamos y seguimos nuestro camino flotando entre aguas hacia la captura de otro paisaje de ensueño, otro paisaje submarino.

Besos con ambiente.