Después de mucho tiempo, pude por fin reencontrarme con el mar, tan necesario para mi; concretamente ha sido en la costa de Uribe en Vizcaya, 30 kilómetros de escarpados acantilados y bellísimas playas.
Pero un reencuentro así hay que prepararlo como la comida cuando la cocinas para alguien a quien quieres, con buenos ingredientes y con cariño... y lento, muy lento.
Hoy voy a daros una receta muy sencilla, pero que me suele funcionar bastante bien, por supuesto que los ingredientes se pueden variar al gusto según la imaginación de cada uno.
Plato: "Ensalada de sensaciones"
Dificultad: Fácil
Precio: Asequible, solo hace falta estar vivo
Recomendaciones: Cardiosaludable
Tiempo: Ilimitado, lo ideal es toda la vida
Ingredientes (Para 1 persona)
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1 playa solitaria
1 momento bonito (preferiblemente atardecer/amanecer)
1 lata de anchoas
1 barra de pan de leña
100 gr queso
1 cerveza fría
1/4 kg de buena compañía
150 gr de entusiasmo
150 gr de pasión por lo que haces
10 gr de cariño
Punto de concentración al gusto
Plato: "Ensalada de sensaciones"
Dificultad: Fácil
Precio: Asequible, solo hace falta estar vivo
Recomendaciones: Cardiosaludable
Tiempo: Ilimitado, lo ideal es toda la vida
Ingredientes (Para 1 persona)
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1 playa solitaria
1 momento bonito (preferiblemente atardecer/amanecer)
1 lata de anchoas
1 barra de pan de leña
100 gr queso
1 cerveza fría
1/4 kg de buena compañía
150 gr de entusiasmo
150 gr de pasión por lo que haces
10 gr de cariño
Punto de concentración al gusto
Preparación
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Colocamos todos los ingredientes cerca de la orilla con cuidado, nos quedamos en silencio y dejamos que el lugar nos absorba, nos fusionamos con el mar, ponemos a pochar lentamente el entusiasmo y la pasión, removemos de vez en cuando para que no se pegue.
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Colocamos todos los ingredientes cerca de la orilla con cuidado, nos quedamos en silencio y dejamos que el lugar nos absorba, nos fusionamos con el mar, ponemos a pochar lentamente el entusiasmo y la pasión, removemos de vez en cuando para que no se pegue.
Buscamos un encuadre que nos llame la atención, miramos los dibujos caprichosos que la marea realiza al subir y bajar, dejamos que se nos mojen los pies, que nos manchemos de arena, poco a poco el corazón late mas fuerte, si es así, estamos en el buen camino.
Calculamos el tiempo que queremos usar para "congelar" y robar nuestro momento, dispuesto todo para llevarnos uno de los paisajes infinitos que el mar guarda, añadimos el cariño para que la salsa ligue y quede consistente.
Una vez capturado, compartimos con los demás el resultado mostrando la mejor de nuestras sonrisas, es importante que los demás te vean disfrutar, el efecto es contagioso.
Calculamos el tiempo que queremos usar para "congelar" y robar nuestro momento, dispuesto todo para llevarnos uno de los paisajes infinitos que el mar guarda, añadimos el cariño para que la salsa ligue y quede consistente.
Una vez capturado, compartimos con los demás el resultado mostrando la mejor de nuestras sonrisas, es importante que los demás te vean disfrutar, el efecto es contagioso.
Y para final, preparar casi sin luz el bocadillo y disfrutarlo con el run run de fondo, se ha hecho de noche, no hay nadie absolutamente, pero estas vivo... no dejes de poner pasión a cada "plato" que cocines en la vida.
Besos culinarios.
Besos culinarios.
Me parto. Me voy a apuntar la receta, para elaborarla cuando se me den las condiciones adecuadas.
ResponderEliminarMuy bonitas las fotos.
Besos culinarios
Siempre son las condiciones adecuadas... besos
ResponderEliminaresta receta debería dar la vuelta al mundo y otro gallo cantaría.. El momento anchoa es buenisimo, jajaja,
ResponderEliminarlas fotos q bonitas......cuánto de mi nombre se respira ahi....
No se vive sin pasión, tan solo se sobrevive y es preferible fracasar por tener ilusión en algo que el hecho de no tenerla, voy a intentar cocinarla cada día, seguro que a mi también me funciona.
ResponderEliminarLas fotos de escándalo como siempre.
Las fotos tienen una carga onírica enorme. Parecen un sueño de Turner... Menos mal que el bocadillo de anchoas nos ancla los pies en la realidad. :) Enhorabuena, Juan´.
ResponderEliminarMuy buenas las fotos !!
ResponderEliminarTe habrás mojado los pies un poquito, no?
Tus fotos como de costumbre, no me has sorprendido, son muy buenas, pero como te he dicho más de una vez, me quedo con tus escritos.
ResponderEliminarTu receta culinaria, de escandalo, vale para cualquier lugar el mundo y que difente sería este mundo.
Una pregunta Juan, ¿has escrito algo alguna vez o piensas hacerlo?
José Luís, nunca he escrito nada, de hecho en el propio blog no lo hacía mucho al principio, solo poco a poco las historias y las fotos se fueron haciendo amigas y ahora ya ves, siempre de la mano.
ResponderEliminarGracias por tus palabras amigo, un abrazo.
Con tus fotos me transporto a otro mundo, con tus palabras entiendo mejor este.
ResponderEliminarSigue así, un beso.
buf!!!! me has dejado de piedra, preciosas las fotos y tu relato............. inmejorable
ResponderEliminarPaula
Qué grande Juan, me encanta lo que haces, tienes una sensibilidad especial y maravillosa.
ResponderEliminarYa me gustaria a mi escribir asi....espero que en el viaje te hayas empachado de esas ensaladas de sensaciones...
ResponderEliminartexto y fotos enlazados perfectamente...
Un abrazo amigo...