Sin duda uno de los objetivos que tenía en mente antes del viaje a Maldivas era el de poder bucear con las mantas oceánicas, un gigante de lo mas elegante bajo el agua.
Por
una parte estaba mi deseo de disfrutar de diferentes tipos de tiburón
como grises, puntas negras, sedosos, zorro o puntas blancas y algún
tigre, por otra esperar si con un poco de suerte teníamos un encuentro
con el tiburón ballena (que también conseguimos), pero dejando a un lado
los tiburones las mantas ya representaban por sí solas un aliciente
máximo.