Después de dos años regresaba al valle de Ossau, esta auténtica maravilla de los Pirineos Atlánticos en Francia.
Además en esta ocasión lo hacía en plena llegada del otoño y acompañado de los amigos de FONAMAD.
Estuvimos instalados en el pueblo de Escarrilla dentro del valle de Tena, y cada día subíamos el Portalet para pasar al lado francés. Parecía mentira el cambio entre un lado y otro, mientras que en el lado español el otoño aún no había hecho acto de presencia, en la otra cara se presentaba muy cerca de su esplendor.
Cuando comenzamos a subir dirección a los lagos de Ayous me venían recuerdos de la última vez que pernoctamos en las inmediaciones del majestuoso Midi, es una zona realmente espectacular y que merece sin duda mas de una visita.
Estuvimos toda la mañana localizando pequeños rincones en los que instalar nuestros trípodes y comenzar la búsqueda de encuadres que nos hagan desconectar del mundo exterior, es el poder de la naturaleza y mas cuando es observada desde el visor de una cámara.
La mezcla de hayas con sus colores de otoño y de abetos con sus verdes intensos dibujaban zonas que parecían paletas de pintor, gamas de ocres y verdes fundidos entre las copas de los árboles.
Besos otoñales.
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