jueves, 5 de mayo de 2016

Midi Pirynees - Etapa 3: Gavarnie

La tercera etapa nos llevaría a un lugar realmente mágico, además, se trataba de un lugar al que le tenía muchas ganas y desde mucho tiempo, estoy hablando del maravilloso circo de Gavarnie.


Desde Cauterets donde habíamos pasado la noche anterior no había una gran distancia para llegar a Gavarnie, así que, como siempre sin prisa, nos dispusimos a acercarnos lentamente, llegaríamos por la mañana y por supuesto que nuestra intención era subir de inmediato al circo.


Tras estacionar en el pueblo, comenzamos la subida, que por otra parte no tiene ninguna complicación y está adaptada para gente de todos los niveles.



Yo creo que es lógico lo que le ocurre a todo el que llega hasta aquí, su cara refleja que está delante de una maravilla de la naturaleza. Nada y mas y nada menos que la cascada mas alta de toda Europa con una altura de 423 metros.



El salto tiene dos partes y el agua cae con tanta fuerza que se vaporiza en forma de nube, este efecto produce una sensación aún mas hipnotizante, ya que intentas seguir con la mirada una y otra vez el agua en su movimiento de caída... y no te cansas de hacerlo nunca.


El día se presentó muy soleado, malo para la foto que llevaba en mente, pero no siempre las condiciones son las deseadas, aún así, y a base de utilizar diferentes filtros y pensando en algún blanco y negro algo pude conseguir, además de pasarme el rato la mar de entretenido.




Llegó la hora de ir pensando en regresar al pueblo, no si antes tomar un café desde el hotel y contemplar por enésima vez las espectaculares vistas.


Recogimos la furgo y nos subimos por el mismo camino donde comenzó la ruta, está prohibido salvo para residentes o para acceder al camping, y así lo hicimos. Era evidente que tras un día tan estupendo, lo suyo era rematar quedándonos a pernoctar allí mismo.

El precio del camping además era muy económico, como siempre, ducha y después paseo por el pueblo, a comprar algo de ensalada y de regreso a tomar esa merecida cerveza reponedora.




Todavía dio tiempo a que cayese algún chaparrón del que no hubo  mas remedio que protegerse como pudimos, eso no impidió que continuáramos con nuestro picoteo.


Y, como el tiempo está loco en la montaña, todavía volvió a abrir y además un precioso tono cálido bañó las cimas antes de apagarse el día, para mi fu sin duda un colofón perfecto.



continuará ...

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